lunes, 25 de septiembre de 2017

Marie Curie

Marie Curie (1867-1934) fue una química y física polaca. Pionera en el campo de la radiactividad, fue la primera persona en recibir dos premios Nobel y la primera mujer en ser profesora en la Universidad de París.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Antonio Gala

Poeta, dramaturgo, novelista y escritor español que ha conocido en los últimos años un reconocimiento unánime de público y crítica.

Sus premios más destacados son:

  • Accésit del premio Adonais de poesía en 1959 por "Enemigo íntimo".
  • Premio Nacional de Teatro Calderón de la Barca en 1963 por "Los verdes campos del Edén"
  • Premio Planeta de novela en 1990 por la novela "El manuscrito carmesí"

La obra teatral de Gala es muy amplia y ha gozado más de los favores del público que de una parte de la crítica. Esto ha podido deberse a la dificultad de clasificar su obra, ni de crítica social ni acomodaticia burguesa sino lírica y épica, y con una gran carga alegórica para que el público establezca las conexiones con la realidad próxima o lejana que su imaginación le permita. Entre sus obras de más éxito pueden citarse:

 Teatro de Antonio Gala

Título  Año
Anillos para una dama 1973
¿Por qué corres, Ulises? 1975
Petra Regalada 1980
Samarkanda 1985
Carmen, Carmen 1988
La truhana 1992

Su llegada a la novela fue tardía, pero con un éxito de público arrollador. A El manuscrito carmesí, han seguido, La pasión turca (1993), llevada al cine por Vicente Aranda, Aguila bicéfala (1994) y La regla de tres (1996). Toda la trayectoria literaria de Gala está marcada por temas de tipo histórico que utiliza más para iluminar el presente que para ahondar en el pasado. Ha escrito también guiones televisivos y artículos periodísticos.

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Lorca

Federico García Lorca.

Federico García Lorca ha sido el poeta y dramaturgo español más importante del Siglo XX. Ha desempeñado un papel fundamental en la Generación del 27 siendo el autor español más traducido de este siglo.

Su obra más conocida ha sido la trilogía dramática formada por "Bodas de sangre", "Yerma" y "La Casa de Bernarda Alba". Otras obras famosas de clara inspiración gitana han sido: "Mariana Pineda" y "Romancero Gitano".

Nació en Granada en 1898 y fue fusilado en 1936 por soldados falangistas al comienzo de la Guerra Civil Española. Su lamentable pérdida dio paso al nacimiento de un mito que ha sido fuente de inspiración para muchos profesionales del arte en todas sus facetas.

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martes, 21 de marzo de 2017

EL LOBO DE WALL STREET

Pues habrá que seguir hablando de esas otras películas que no entran en los géneros habituales del blog pero que merecen ser vistas, y más con los premios Oscars ahí a la vuelta de la esquina. Para comenzar nada mejor que hacerlo recomendando El lobo de Wall Street (The Wolf of Wall Street, 2013), la última pieza del artesano Martin Scorsese y un viaje sin concesiones al extremo y desbocado mundo de las drogas, la prostitución y los corredores de bolsa… aunque solamente de la parte formada por los que se forran en tiempo récord haciendo no precisamente las cosas limpiamente. El lobo de Wall Street es de paso un nuevo avance, otro más, en la madurez como intérprete del gran Leonardo DiCaprio, actor que merece la pena ser disfrutado una y otra vez hasta que se te sequen las retinas aunque, siendo realista, ya no le queda nada por demostrar y con cada papel que se echa a la espalda deja claro que es de lo mejorcito que hay hoy en día en el starsystem conocido. Pura maestría.
Basado en una obra autobiográfica, El lobo de Wall Street cuenta la vida y obra de Jordan Belfort, un agente de bolsa que debido a su gran conocimiento del medio, y sus ansias por medrar, acabó dominando el mercado bursátil durante parte de los años 90 aunque, como ocurre de vez en cuando en estos casos, sacando provecho de métodos poco morales y mucho menos legales. Belfort vivía al límite y eso implica poder absoluto, algo por que lo Scorsese siente fascinanción vista su carrera cinematográfica. En el fondo, que digo fondo, en el más amplio sentido de la palabra, Belfort es el amo, un ser superior que se muestra rutilante e imponente por encima del resto de mortales que le adoran e idolatran. Más todavía, Belfort es esa especie de dios del mal vestido con los mejores trajes, de ser despreciable que maneja y al que le gusta que le riendan pleitesía. Ese mal, ese poderío, esa superioridad que supura Belfort es algo que Scorsese disfruta rescatando y mostrando al espectador como ya demostró, aunque en otro rango de villanía y personajes, en muchas de sus anteriores películas. Casino (1996), Infiltrados (The Departed, 2006), Uno de los nuestros (Goodfellas, 1990), El cabo del miedo (Cape Fear, 1991) o Gangs of New York (2002) cuentan todas ellas con este estereotipo de rey villano que de form sobrada se impone a los demás con magnificencia. Jordan Belfort es el nuevo Frank Costello, el Bill "The Butcher" Cutting de Wall Street o Sam "Ace" Rosthein de parquet bursátil.
Y ahí está la genialidad de El lobo de Wall Street, Scorsese genera un nuevo modelo de villano, uno que ya hemos conocido en otras cintas y documentales, o incluso en las noticias que vemos a diario por televisión, pero sacando a relucir su lado más frívolo y extremo… en este caso un día a día rodeado de drogas, prostitutas, excesos y locuras varias. Pero eso si, Jordan Belfort, y la marabunta de chorizos que le acompañaban, aquí no se venden como tipos deleznables, que lo son, rastreros, que lo son, o ladrones, que lo son. Scorsese opta por tomar otra camino, uno mucho más divertido y repleto de momentos cómico-épicos surrealistas, y viste a la mona con sus mejores sedas, aportándole un genio y una dulzura que llevan a Leonardo DiCaprio, y a gente como Jonah Hill, a un nivel de encanto entrañable y, no lo vamos a negar, hasta deseable. Que tire la primera piedra el que no haya disfrutado viendo los excesos de Belfort y compañía y haya pensado… en fin. Eso si, es tal la bajeza moral de los actos cometidos que menos mal que Martin Scorsese se saca de la manga una obra de este calibre donde, nuevamente, decora lo peor de la sociedad como un aspecto hasta apetecible. Así uno hasta se regozija con los antojos de Belfort, con sus magreos sexuales y sus probaturas lisérgicas. Porque te lo pasas pipa viendo la vida de este personaje, si bien una vez devorada la película da para un buen rato de charla sobre lo nauseabundo que fue este fulano que vivió al límite a costa de otros muchos a los que pisó, detrozó y humilló sin si quiera despeinarse.
Pues eso, El lobo de Wall Street está ahí para ser recordada, para tener al lado de las otras obras de Scorsese, y para disfrutar una y otra vez de es pedazo de actor que es Leonardo DiCaprio o de Margot Robbie (esto tenía que decirlo), un sucedáneo de aquella Ginger McKenna que en parte manejaba la vida del pobre Sam Rosthein. ¿Tres horas de metraje? Si, un poco extenso y con algún que otro momento un pelín pesadito, pero una cosa compensa a la otra y los años de perfección de Uno de los nuestros, Casino o la reciente Infiltrados ya han pasado, aunque al 95% siguen más que presentes en El lobo de Wall Street.

martes, 14 de marzo de 2017

FAST & FURIOUS

Un año más tarde del que debería haber sido su estreno, Furious 7 aparca por fin en las pantallas de todo el mundo por todo lo alto: es más absurda, divertida y entretenida que nunca. Dando rienda suelta 'a todo gas' a su característica sobredosis de testosterona, la séptima película de la franquicia es pura diversión en la que la inverosimilitud es pretendida y descarada y su mejor forma de hacer reír al público pasa, primero, por saber reírse de uno mismo a carcajadas.

Furious 7 no engaña a nadie. Ni promete diálogos filosóficos más allá de "tú eres mi familia y amigo" ni da vueltas para recrear el realismo de una persecución callejera. La película, dirigida por James Wan y protagonizada por Vin Diesel, Paul Walker, Michelle Rodríguez, The Rock, Tyrese Gibson y Ludacris, es una exagerada absurdez de principio a fin sin otro objetivo que enganchar y divertir a golpe de coches voladores, acrobacias o chistes en el 90% de los diálogos. Todo ello contenido en un guión que, sin más pretensiones que la burla de sí mismo, funciona con cohesión y fuerza consiguiendo que las dos horas y media de metraje viajen a toda velocidad.

Y a pesar de todo, el esfuerzo para estrenar Furious 7 fue titánico y dramático. Por ironías de la vida, el fallecimiento en un accidente de coche de Paul Walker, uno de los protagonistas de la franquicia, paralizó el rodaje de la séptima entrega de la saga por tiempo indefinido. Con una buena parte de sus escenas sin grabar, el equipo tuvo que buscar la fórmula para salvar a un producto que parecía estar condenado al fracaso, lo que conllevó dar un giro completo al guión y encontrar la manera de culminar con dignidad el trabajo que comenzó Walker.

El resultado es un guión que no se nota forzado en una curiosa combinación entre los elementos que caracterizan a Fast & Furious con un homenaje al actor fallecido. Sin perder su coherencia y equilibrio, la película es, en esencia, un último adiós a Walker, que revive en pantalla a través de un increíble trabajo digital, dobles y tomas que habían sido desechadas, y que permite al intérprete despedirse con una emotividad -que no sensiblería- que deja incluso al menos aficionado a la franquicia con un nudo en la garganta. 

Furious 7 es el punto y aparte de una etapa, pero deja claro que seguirá dando mucha guerra a ritmo de reggaeton y hip hop. Es un delirio de película que le conviene evitar si lo que busca es una cinta con profundidad pero que cumplirá con creces sus expectativas si es un incondicional de la fraquicia o si solo busca sentarse en un asiento, pasarlo bien y olvidarse del mundo durante dos horas frenéticas.

DEADPOOOL

Dicen que hay que renovarse o morir, y está claro que de un modo u otro, al género de superhéroes le queda mecha para rato. Por un lado los personajes de la DC comienzan este año una andadura que, si tenemos un poco de suerte, nos dará años de películas individuales y grupales en la gran pantalla con nuestros personajes favoritos, ya sabemos que con un tono mucho más maduro y menos para todos los públicos de lo que ya se ha convertido la fórmula de Marvel. Pero por otro, cuando parece que la citada fórmula de la Marvel comienza a perder fuelle (aunque obviamente no en taquilla), aparecen de forma paralela productos diferentes, arriesgados y con un tono absolutamente atípico en este género. Como por ejemplo, Deadpool

Lo primero, es difícil para mí considerar Deadpool una película de superhéroes, si bien su protagonista es un personaje de cómic. Casi me arriesgaría a considerarla una comedia gamberra con mucha acción, gore en su justa medida y un sentido del humor que es el 50 por 100 de su éxito. Muy al estilo de Kick Ass, por poner una comparación. No porque su prota sea un tipo con mallas y máscara tiene que ser un héroe, ni su película englobarse en el mismo género que los Vengadores o Superman, con las que poco tiene que ver. 

Dicho esto, es innegable que Deadpool da lo que promete. En todos los sentidos. Si bien es una historia que requiere de narrar el origen del personaje, la cinta entra directamente al trapo y el origen se cuenta en forma de flashbacks aprovechando que este personaje tiene la capacidad de romper la cuarta pared y dirigirse a nosotros sin tapujos, para explicarnos lo que nos estamos perdiendo o simplemente para hacernos partícipes de sus pensamientos. Así, libre de ataduras, la película va a lo que va desde la superhonesta secuencia de créditos iniciales en la que no deja títere con cabeza ni entre sus actores, productores, guionista o director. Pero pese a que la acción constante y el humor cafre son los dos mejores puntos de la película (la broma sobre Liam Neeson y la saga Venganza, simplemente me mató), tampoco engañaban a nadie cuando decían que Deadpool es una historia de amor. Vale, sí, queda muy soterrada entre la sangre y el cachondeo, pero la historia de amor está ahí, funciona perfectamente y de hecho es el eje de la trama. Y sin edulcorantes, ojo, porque lo mismo se sueltan un "te quiero" que se ponen finos a darle a la mandanga. Todavía estoy flipando con la escena de Reynolds a cuatro patas. Si eso no es amor, ¿qué lo es?

Pero por encima de todo, lo mejor de Deadpool es un Ryan Reynolds que no podemos decir que esté en estado de gracia porque este actor da para lo que da, pero de una cosa no hay duda: nació para ser Deadpool y se ha estado entrenando progresivamente en todas sus películas anteriores. ¿Recordáis el humor gamberro de su personaje en Blade Trinity? Puro entrenamiento. ¿El toque cómico de su Hal Jordan en Green Lantern? Más entrenamiento. Y tanto entrenar culmina aquí, en un personaje que se ríe de sí mismo, del género, del tío que protagoniza la peli, de su filmografía, y de la madre que los parió a todos. 

Con semejante batiburrillo de géneros y de estilos, es imposible que no salgas del cine con la sensación de no haber pasado un rato cojonudo. Ahora, ¿es la obra maestra que muchos quieren vendernos? Pues hombre, no... es lo que es, y como lo que es funciona a la perfección. De ahí a que sea "el nuevo rumbo a seguir en cine de superhéroes" o "la reinvención genuina de un género en claro declive" (os lo prometo, he leído estas críticas por ahí), va un mundo. Pero cada personaje debe tener su estilo, su momento, su tono y su protagonista, y lo que está totalmente claro es que con Deadpool han acertado con los cuatro. No os la perdáis.

martes, 7 de marzo de 2017

AVATAR

 Resumen:
Jake, un paraplégico veterano de guerra, es enviado a otro planeta distinto al suyo, Pandora, que está habitado por los Na´vi, una raza humanoide con su propia lengua y cultura. Ambas formas de ver la vida se encuentran y enfrentan.
El argumento nos lleva a una futuro en el que los humanos de la organización RDA extraen recursos del planeta Pandora. Sin embargo los Na, vi unos gigantescos nativos se resiten a ser dominados e invadidos. Los humanos no pueden respirar en Pandora pero si transferir su consciencia a cuerpos inertes de los Na, vi. Esos cuerpos se llaman "Avatar".
Jake, el humano protagonista ocupa un Avatar y ha dedidir si apoya la causa humana o la de los Na,vi.

Opinion
A mi personalmente me ha gustado mucho la raza de los Na´vi, tienen su cultura, su comportamiento, su lenguaje.. y realmente todo es bastante creíble. Aunque el guión es un poco más de lo mismo, te encuentras sumergido en la historia con una facilidad pasmosa. James Cameron es de los pocos directores (por no decir el único y no menos preciar a nadie) capaz de filmar una película de acción y que me quede pegado a la butaca con los pelos erizados.
En fin, simplemente espectacular y unas imágenes de la naturaleza que impactan. La fauna es brutal, me encanta.
Pd: Ir a verla en 3D, ni lo dudéis. Impresionante.